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miércoles, 20 de mayo de 2015

Los Chicos del Maiz en Gasteiz

El sábado la Jimmy Jazz de Gasteiz pudo haber sido el punto de mira ideal para cualquier tipo de Operación Araña o demencia semejante, y no por enaltecer la paranoia de algunos, sino porque al incandescente unísono de más de 500 personas se corearon verdades como obuses guiadas por la batuta (puño en alto) de dos de los MCs más irreverentes del Estado Español.
   
Con un ejemplar de la RAE bajo el brazo esperaba con ganas a que empezasen a disparar los altavoces de la sala. El listón se lo auto impusieron alto con Pasión de Talibanes, su cuarto y anterior trabajo, que no dejó títere con cabeza. Su proyecto conjunto con Habeas Corpus, Riot Propaganda, hizo las delicias de seguidores tan diversos de ambos grupos, por lo que las expectativas volaban altas como todos sabemos el qué.

El asalto lo comenzó Bocah, que a los platos salvaguardaba las espaldas de Toni El sucio y El Nega, defensores acérrimos de la trinchera rapera con ningún pelo en la lengua y muchas cosas que (mal) decir, demasiadas. Antes de vaciar los cargadores hicieron mención especial a los 7 jóvenes condenados a seis años de prisión y llamaron a la manifestación que se celebraba al día siguiente, siendo secundados con aplausos de apoyo a los juzgados y de agradecimiento a estos chicos que siempre muestran su solidaridad. No tardo en hacerse esperar La estanquera de Saigón, que da título al disco que están presentando por toda la geografía ibérica. De fondo el sampler de Non Servium y la inconfundible voz de un Mars fantasma, hicieron venirse arriba hasta a la mismísima estanquera. Le acompañaron Defensa de la alegría, Tú al GULAG y yo a California y Los Invisibles, también de su último trabajo, denunciando especialmente los desahucios con una característica señal del PAH de Valencia izada por el DJ. Imposible faltar Pasión de Talibanes con esa intro que nos recordó que somos la mierda cantante y danzante del mundo. Amén. Los focos irradiaban toda la rabia latente del público y parecía que arriba lo notaban. Estilo Faluya nos convirtió en insurgentes y El del medio de los Run DMC, Cultura y compromiso o Trabajadores nos dejaron la garganta seca. Centenares de Hijos de Iván Drago aclamamos su victoria, nos sentimos auténticos ganadores, por una vez. Con Cops se desató la metralla y el baile, siempre con la mano que no sujetaba la cerveza levantada. El Nega endorfinó las mentes (y alguna que otra ropa interior) con la parte final de Paraísos Artificiales y como torpedo final el hidden track de la estanquera. Se despidieron con un himno que dejaron  para la posteridad Eskorbuto y nos dejaron allí con ganas de más cantando aquello de “Ya no quedan más cojones…”


Por Reina de Lamantekilla para Arpha Press

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