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martes, 26 de mayo de 2015

Zarpazo! a Cicatriz








Jugaban en casa, y no en una cualquiera ya que Vitoria ha sido cuna de muchos grupos del panorama punk-rock, por lo que el sábado la tensión era más que razonable. La Jimmy Jazz de Gasteiz colgó el cartel de “agotadas”, indicador de que unas 900 personas esperaban con expectación lo que esa noche les iban a ofrecer Zarpazo! A cicatriz, grupo tributo a los inolvidables e irrepetibles Cicatriz. Y es que, los Zika no fueron un grupo cualquiera. Referentes del punk de la época de la heroína, el sida y el paro se forjaron a pie de asfalto de las calles de una Vitoria a la que le dedicaron aquel “Tiene Vitoria…” y fueron, son y serán modelo para muchos y muchas. Las expectativas, por tanto, apuntaban alto, teniendo en cuenta un par de factores; por un lado, que el cantante sea el hermano pequeño de Natxo y por otro lado, el fracaso acribillado de críticas del proyecto Goar Cicatriz.


Este tributo es un homenaje que Gaizka Etxebarrieta, hermano de Natxo, la inconfundible voz de los Zika, quería hacerle a su hermano y al resto del grupo. Rodeado de músicos conocidos por los escenarios gasteiztarras, han querido dar oportunidad a aquellos que quizás por la edad no pudieron disfrutar del directo del desaparecido grupo o aquellos románticos de la época que sienten nostalgia porque ya no se vive el punk como antes. El grupo lo forman Gaizka Etxebarrieta a la voz, Andoni (124) y Santi (Salvate Si Puedes) a las guitarras, Igor (Disturbio, Desterrados) a la batería y Porrax (Rockaina) al bajo.


La historia parece que se repite aunque el contexto socio-político-económico haya variado (nunca lo suficiente). Puede que eso haga que aquellas canciones escritas en los años 80 sigan representando un sentimiento común del desencanto actual. Y es que quién iba a decirles a estos jóvenes que 20 años después de su desaparición seguirían siendo emblema de generaciones inconformes y defraudadas. 

 


El concierto comenzó con parte del audio del teaser que Dirty Short Films elaboró para la promo del grupo. Acto seguido, el pistoletazo de salida lo dieron con un clásico de los Zika, “Rock N Roll”. Sin tregua, se sucedieron “Botes de humo”, “Cuidado burócratas”, “En Comisaría” y “Horacio”. Los recuerdos se dinamitaron con “Solo otra vez”, himno que marcó y marcará el camino de muchos y muchas que alguna vez nos hemos sentido diferentes (¡y nos alegramos, además!). No falto ni una de las canciones más representativas de Cicatriz; “Esto saldrá bien”, “Inadaptados”, “Loco”, “La 204”, “Wendy”, y todas coreadas casi por encima de la voz del propio Gaizka. El concierto terminó como había empezado. Artillería pesada; “Escupe”, “Enemigo público” y “Lola”, con mucha gente queriéndose subir al escenario a compartir el momento.


El abismo generacional entre el público del concierto deja claro el impacto musical y cultural que Cicatriz causó desde los años 80 hasta estos últimos años. El repertorio ha sido todo un acierto y quizás sólo algún melómano melancólico haya quedado descontento. Es inevitable acordarse de Natxo por algunos rasgos de la voz de su hermano, un plus que le da cercanía al homenaje, impulsado por la calidad de los músicos que le respaldan. En una temporada en la que podemos ver más bandas tributo que grupos originales y personales resulta difícil no generarse prejuicios.
El sábado en la Jimmy Jazz a todos nos dieron un zarpazo que dejará cicatriz.



Por Reina de Lamantekilla (Redactora) y Javi Ruiz (Fotógrafo)

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