El pasado jueves, en los prolegómenos del Azkena estuvimos en Vitoria en el Osteguna Rock acompañados por la Federación de Asociaciones Gauekoak Gasteiz que fueron los principales organizadores del evento junto con Araña del Rock.
Tan sólo una hora antes de empezar el festival estábamos agazapados en el coche mientras "caía el cielo sobre nuestras cabezas" (que diría Obélix), y es que la metereología no parecía que iba a ser nuestra aliada esa tarde. ¡¡Nos equivocábamos!!
Cesó de llover y con religiosa puntualidad subieron al escenario de la Plaza de la Virgen Blanca los chicos de Dr. Infierno. Los de Agurain tiene un rock potente, con letras mordaces y directas que no dejan indiferente a nadie. Además pueden presumir de tener un fantástico directo, y es que a pesar de los problemas técnicos que tuvieron a causa de que se mojaron los pedales a raíz de la "chaparrada" de unos minutos antes, subieron sobreponerse y seguir a full dando un conciertazo para los, cada vez más, asistentes al evento. Con temas como 'En la miseria', 'Maldito demonio' o 'Nido de ratas' hicieron que la apertura del festival fuese de esas que marcan un listón muy alto para el resto de grupos.
Pero cuando tienes unos grupos como los que ibamos a presenciar ese día puedes poner el listón en la Luna, que seguro que lo saltarán.
ede ser malo, y esto es lo que ocurre en Jodie Cash Fingers, todos y cada uno de sus miembros son auténticios portentos en su instrumento, así como Jodie en la voz, con la que alcanza un sinfín de registros que hace que sea un placer escucharla. Si a eso le sumamos la mezcla de juventud y experiencia (con gente en la banda como el baterista Moisés Sorolla, "nuevo" en estas lindes con tan "sólo" 20 años de carrera musical tras fundar Los Rebeldes y más de una decena de discos en su haber) y una cosa muy importante, la compenetración de la banda. Se les veía disfrutar en el escenario, se les veía el buen rollo que tenían entre ellos, y eso se transmite al público. Además varían del más puro rock & roll norteamericano con temas como 'Call Me The Breeze', 'Old Devil' o 'Lips Tatoo' hasta el swing de 'Rolling Swimgin' pasando por rancheras conla única canción en castellano de la banda 'La Ranchera de Mi Madre', lo que hace mantener vivo al público. Además he de resañar que aun estoy alucinando con que Victor (armónica) fuese el sustituto que había ido al concierto ante la ausencia de un miembro del grupo. Si no lo dicen pensamos que tocan juntos hace 20 años.
Espectaculares en todos los sentidos, sin duda (hasta el punto que durante su actuación hizo acto de aparición el sol, algo absolutamente inesperado tan sólo dos horas antes).
Los terceros en discordia y ante una gran afluencia de público fueron los suecos The Swergrooves, que hicieron un concierto espectacular, sin altibajos. Los noreuropeos no son nuevos en estas lindes, y demostraron que son un grupo con carácter. Muy activos en el escenario hicieron vibrar a los asistentes con sus acordes en temas como 'She's a punk', 'Keep It Comming', 'On Fire' o 'I sold my sould to rock'n'roll so help me save me lord'. Un lujazo ver a los suecos en nuestra tierra.
De ahí, y sin concluir aun el concierto nos dirigimos al Jardín de Falerina, en dónde Imperial Jade ya habían empezado su actuación. Los catalanes tienen un directo formidable. Los cuatro músicos (a cada cual mejor) acompañan a Arnau, a la voz, que tiene un registro tan formidable, que se permitió el lujo durante el concierto de por unos instantes prescindir del micro para cantar 'a capella' con una potencia de voz que apenas se notaba esa ausencia de micro. Aparte, tener dos guitarras sobresalientes que son puro expectáculo, un bajista muy sereno y un batería formidable hace que estos chicos soltasen sus temas propios 'Mr. Rock'n'Roll', 'Time Machine', 'High on You' o el fantástico 'Fire Burning Song', amén de otros temas prestados como la fantástica versión de 'We're gonna groove', de Led Zepellin y la gente disfrutase como si no hubiera mañana.
Por último saltaron a escena los valenciano-canadienses Daze of Down, que parten de un directo sensacional con una mezcla de estilos que te deja sin palabras y q va desde el funky al metal pasando por el blues. Muy sobrios sobre el escenario, los tres miembros de la banda dieron un show de sonido que vale la pena disfrutar. Realmente buenos.
Conclusión: un festival genial, con cinco grupos fantásticos, con dos ubicaciones espectáculares y con una organización que se lo curró a mil para que pese a las adversidades (como la lluvia torrencial o que uno de los grupos debido a un percance automovilístico estuviera a punto de no poder llegar a tiempo a su actuación). Una gran tarde para recordar (y con un soprendente tiempazo!).
Por Iñaki Marabao para Arpha Press.
DAZE OF DAWN
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