De las noches que siempre guardaré con mucho cariño entre mis recuerdos siempre tendré entre en cuenta la siguiente. Para justificar la "exageración" con la que empiezo este texto, como siempre, os voy a poner en antecedentes. Hora Zulú toca en la capital en uno de los conciertos mas importantes de su, de momento, última gira y además teníamos una entrevista concertada con Aitor. Vocalista de la banda y compositor de tan codiciadas letras.
La entrevista la veréis con vuestro ojos estos días, no os la voy a adelantar. Pero sí cambia el concepto de como sientes la noche si Aitor te dice que Hora Zulú no a vuelto sino que se han "juntado" para dar una girilla de conciertos por que todos se llevan genial y le tienen mucho cariño a los 70 temas que ya compusieron durante el recorrido de la banda. Lo que va a ocurrir esta noche es algo "insólito" que el grupo a preparado con mucho cariño y podría ser una de las últimas veces que el grupo se deja ver en conjunto, ya que cada uno tiene su proyecto fuera del grupo actualmente.
Aún seguía pensando todas estas cosas cuando me dí cuenta del retraso del concierto. La gente comenzaba a silbar incluso... Una vez solucionado el problema, el escenario se llenó de humo y comenzó a inundarnos una intro de corte muy oscuro. Toda la sala entra en trance, volvemos al momento en que conocimos al grupo. Sin duda las letras que vienen a continuación despiertan recuerdos en cada uno de nosotros. Preguntando a Aitor sobre su transcendencia e inspiración cuando compone, me di cuenta de que no se imagina lo que significan para nosotros sus letras.
Comienza "Que baje un rayo y me parta", y el grupo demuestra desde cero que todo está muy ensayado, que son metrónomos tocando su instrumento. Nuestro cantante no ha perdido nada de voz ni de velocidad, pero lo mas sobrecogedor es la pegada de J. Cordovilla que aún resuena si intento recordar alguna canción de esa noche. Le sigue "Camarada" que ya es otro momento indescriptible de por sí, para continuar con "Que me mata". Toda la sala bota con los músicos, que tampoco son capaces de permanecer quietos. El grupo aprovecha cada cambio de canción para agradecer al público el apoyo.
Para cuando empezó "Dice el poniente" nosotros teníamos ya preparada una ovación y muchas ganas de bailar. Cuando acabaron decidieron jugar a emocionarnos con "Mis barraqueras" y "Gabinas de cochero", momento en que no pude contener un par de lagrimillas. Son demasiado buenos para no tener mas que unas pocas fechas y ya.
Pronto rompen el ambiente nostálgico a golpe de "Tango" con las eléctricas mas altas que en el disco pero impecables, tenemos pequeños pogos que lo demuestran. También cabe una versión con una letra especial de "Y no protesto" canción que acuna 16 añitos ya... Y como no, la rabiosa "Con mi condena". Esta vez aprovecharon el parón para advertir algún exaltado: "Si nos juntamos es pa' tranquilo... que a alguno le va a dar un infarto". Frase que ha reconvertido de su "Oye que aquí arriba no tocamos pa' moveros sino pa' conmoveros".
No se olvidaron de sus "Coplas de negra inquietud" con toda su majestuosa intro pero con las eléctricas de nuevo mucho mas contundentes. No había previsto que estaban preparándome para sacarme otras dos lágrimas con su letra de "Toma y obliga". A pesar de que cambió parte de la letra por una versión que llamaremos "la madre borracha", bastante trabajada también. Aún tenían intención de emocionarme mas si cabe con "Reinvención", "De vivir sin ti dos vidas" y "Tientos". esta última con una versión musical que os puedo intentar describir como mas flamenca y mas heavy a la vez. Y con esto desaparecen del escenario...
Ya antes de que acabe la ovación entran todos de nuevo menos Aitor. Suenan la intro árabe de "De-que-rer-ser" muy pronto acompañada por Cordovilla. Los chicos son pura rabia, en cada gesto, en cada mirada. Siguen a este grupo de canciones "En tu nada", "Lluevan Flores" y "Golpes de pecho". Entonces hacemos un parón para cantarle a Lope por su 25 cumpleaños; antes de seguir con "Agua de Mayo", la canción mas esperada de la noche. Y para despedirse nos dejaron dos temitas mas: "Andaluz de nacimiento" que les quedó arrolladora y un "A ver si me entiendes" con un juego de luces que podría haber matado a cualquier epiléptico.
Después todo quedó en un extraño silencio y se fueron encendiendo las luces. Y así fuimos saliendo del trance, sabiendo que lo que había visto podría ser el mejor directo que iba a ver nunca de ellos. Cuando mi equipo estaba recogiendo ya iban comentando impresiones, claramente a todos nos gustaban mucho pero no esperábamos encontrarlos en mejores condiciones que después de su último disco. Al cabo me preguntaron, pues andaba sonámbulo sin decir nada: "Lo guardo en mis noches legendarias". Y la noche lo fue.
Por Mitternacht Blackcat para Arpha Press
Fotografía por Ángel Fernández para Arpha Press
No hay comentarios:
Publicar un comentario